¿Dónde escuchar jazz en La Pequeña Habana?

Hace años, mientras conversábamos al término de un concierto en el Festival de Jazz de La Habana, el hijo de un amigo preguntó con ingenuidad: “Papá, ¿qué hacen los músicos para descansar?”. Antes de que pudiéramos responderle, un conocido pianista que pasaba junto a nosotros respondió: “Organizar una ‘descarga’…”

Es comprensible. Luego de la carga de emotividad y adrenalina de una presentación, ningún músico puede irse a dormir. Por el contrario, se dan cita en un sitio específico, cuyo escenario se convierte en un duelo de improvisaciones que puede prolongarse hasta la mañana. Pero no se trata de un fenómeno nuevo, sino de una tradición que se remonta a las legendarias jam sessions de la Calle 52 en Nueva York, y las “descargas” y “shoucitos” que pueblan las noches habaneras plasmadas en el recuerdo por Guillermo Cabrera Infante en La Habana para un Infante Difunto y Tres Tristes Tigres.

Miami también tiene sus noches de descarga, y uno de los sitios más notables del momento es Habana 305 Art Gallery Wine Lounge and Coffee Shop, transformado en lugar de encuentro de lo mejor del jazz y la salsa los fines de semana, y especialmente en su popular Juevesday o “Jueves de Jazz”. En estas el azar propicia la reunión de artistas con un propósito común: “descargar”. De la muestra de protagonistas de esas “descargas”, un botón. O mejor, dos: el pianista, guitarrista y compositor Michelle Fragoso y el bajista (y también compositor) José Armando Gola, parte de una extensa lista en la que también figuran el percusionista Philbert Armenteros, el tecladista Orlando Guanche, el baterista Alexis Arce y muchos otros que se suman en la complicidad de noche y música. (See More)